lunes, 8 de febrero de 2010

NIXNEXO


Ella voltea,
el aire le avienta el cabello a la cara,
uno de sus cabellos le lastima un ojo,
quiere ver quién la llama...
debe ser el viento,
es el único que llama sin estar,
el que te lastima sin que lo veas,
el que te ha hecho voltear
al pegarte en la cara,
él no lastima tus ojos...
eres tú quien le llora.
y desde lejos, afuera de ti sientes que alguien llama,
no quieres oír lo que has acumulado para decirle,
¿quién más está ahí si no eres tú?

Tengo dos minutos para degollar un perro,
curar mi herida y hacerla sanar,
dos minutos para el parpadeo definitivo...
dos minutos es tanto tiempo...
(suspiro)
Esa abundancia de tiempo me permite afilar mi cuchillo,
tocarle el filo, usarlo certeramente, limpiar la sangre,
cocer mi herida, borrar toda huella de olvido
y parpadear para cambiar de corazón:
quitarme el corazón de perro.

Lunes 8 de febrero 2010

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