Me encuentro aquí en el cuarto de las cervezas
O más bien el de los borrachos
El de los hermanos del alma y de la sangre
Brindando a finales de julio como si fuera nuestra
navidad.
El mejor momento del año. ¡Carajo!
Somos los soldados sobrevivientes,
Hablando de los soldados caídos.
Del abrazo no dado, de los espíritus enamorados.
De un codo operado, de las rodillas sin flexión
Planeando viajes y desfallecimientos.
Ahora solo contamos historias de amor.
Yo se muchas de ellas, más ninguna tiene tanta emoción.
Y no importa cuánto beba,
Mis poemas y mis latidos ya no tienen corazón
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