Y un buen día me volverás a tener de frente,
Y tu cuerpo paralizado, no sabrá cómo responder
Pues el entrenamiento que le has dado a tu mente
Te será insuficiente al volverme a ver.
Tu piel erizada, y la reacción de tu nariz.
Con mi inconfundible aroma, y mi sonreír.
Y te darás cuenta entonces, de lo que yo ocasiono en ti.
Esa sensación inexplicable, que no entiendes
Y mucho menos sabes describir.
El micro-infarto momentáneo,
Que te ha hecho a tus mejillas enrojecer.
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