Usted
señorita, no tiene la fuerza
Ni la voluntad, ni la valentía
Para permanecer a mi lado.
Le falta la destreza
La madurez y la alegría
Para aguantar a este desdichado.
El cual no es capaz siquiera
De aguantarse a sí mismo.
No existe castigo más malo
Qué cualquiera tuviera
Qué pasar un solo anarquismo
De estar conmigo un intervalo.
Nadie merece compartir conmigo mi dolor
Ninguna mi desvelo, y mi llorar de sangre.
Yo le libero de mi vida, a su rojo cabello
Y su perfecta cadera, y a su blanco color.
usted, ni nadie merece sufrir mi desangre
Ni el dolor de mis huesos al crujir de mi
cuello.
Lamento mucho el haberme enamorado,
Lo siento a un mas por perder sus labios
rosas
Siento mas lo que le haya hecho sentir
El suspiro robado
Las ganas de vivir esas cosas
Que hacen de la compañía desistir.
Este poema debí escribirlo por 2013...
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