Las nubes intentan
decirnos algo
Avecinan el final
que ya se aproxima
Y ahora podemos
mirarla como nunca lo habíamos hecho
En la espontanea
gracia de su inmovilidad al viento
Nunca había visto
una nube quedarse quieta
Son como un minuto
que respiras
-Siempre fueron
como un minuto que se respira-
Y eran el único
objeto capaz de atravesar suavemente la luna
Ahora pueden ser de
fuego o fragilidad
Y parecen estar
hechas del menjurje de los sueños
Ese que alguna vez
nos prometieron
Como la tierra
perdida que ya no tiene
La capacidad de
decirnos nada,
O de llover fríamente
dentro de nuestros oídos.
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