viernes, 29 de marzo de 2019

No compares al corazón con el mar


No compares al corazón con el mar
Por latir con el ritmo de la marea
Sube al ímpetu de un sentimiento
y se calma en la noche templada.
No son las mismas tormentas
No somos las mismas nubes bajas
Ni las mañanas despejadas
O las templadas enmarañadas
Es el oleaje besándose contra las rocas
De la llovizna que revuelve su arena.
Es ese sonido oceánico
Casi como un eco dividido
Que nos habla de la inmensidad de un horizonte
Y del infinito espacio que queda
al desangrarse un corazón.

1 comentario:

VampirE ANeXO dijo...

el trabajo de un poeta es comparar