domingo, 25 de agosto de 2019

Ser cualquier cosa.


Yo pude ser cualquier cosa
Lo que yo quisiera
Lo que fuera
Recuerdo un momento en el que escapaba corriendo
Y me detuvieron el tiempo
“como en un reloj de arena”
Entre una zancada amplia y otra
“A la mitad del aire”
Y no volví a correr jamás
Brincar contra la pared
Para rebotar con una pierna hacia el cielo.
Pude ser el más veloz de todos
Fuerza del impulso de mis piernas
Y la agilidad extraordinaria
Pero sufrí el terrible accidente
(Nunca hubo accidente)
La pelea con un tiburón
El balazo en la pierna
La caída de lo más alto
La media vuelta invertida
Y la curva muy cerrada a alta velocidad.
Pude haberme dejado dominar también
Por las asombrosas cualidades de mi mente
Y volverme un gigante adicto
De la mente en blanco
Y cubrirme de las sombras.

Pero me tocó montaña.
De las más altas y escarpadas.
Con lluvia y truenos
La montaña negra
Inerte que no vendrá nunca
La misma de esas viejas historias y mapas.
Y la he escalado. Casi sin piernas
Ahora sin brazos
Y llevo cargándome a mí mismo a cuestas.
Hasta la cima

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