sábado, 11 de agosto de 2012

Y tu que sabes del dolor de mi sangre


¿Y tú qué sabes del dolor de mi sangre?
Si nunca lo has sentido
¿De lo que pienso y respiro?
De cómo te imagino  y como te extraño
Ni siquiera de esos sueños que comparto contigo
¿Tu que sabes de mi forma de amar
O de sufrir?
Más sin embargo
Ahora sabes bien de juzgar y dar veredicto
De dictar la sentencia
Sin siquiera un juicio.
Ahora has aprendido a abandonar
¿Qué más da? Si para ti son patrañas
Todas las razones de mi sufrir.
Terminaste siendo igual que las demás
Tú… la única y la más especial para mí
Tu que si me entendiste sin tomarme de a loco
Mujer infinita e incansable
Finalmente hoy te cansaste de mí
Y te ha llegado mi fin.
Tú que hablabas de amor eterno,
Porque conmigo creías en él.
De siempre estar
Porque estuvimos y estabas más
Sin importar a nadie, ni nada
Aunque fuera oculto o fuera oscuro
Ahora también aprendiste a mentir.
Tenías razón
Yo nunca entendí tu metafísica
Ni entendí tu Dios
Ni entendiste mis demonios.
Más entendí tu cuerpo
Y aprendí muchas otras cosas de ti
De las que ni siquiera te diste cuenta
Y difícilmente alguien más podrá aprender.
Toma tu camino ahora que sabes todo esto
Sigue tu sendero, que yo ya no me atravieso
Pues ahora mi camino va herido
Y atravesado por ti.



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