domingo, 27 de octubre de 2024

Suelo tener muchos enemigos

 

Suelo tener muchos enemigos,

La mayoría imaginarios,

Todos, por cierto.

Uso mis lentes oscuros para que no puedan mirarme

Y esta ropa vieja

Y mis aparatejos oxidados

Tengo multi lociones, por eso de los sabuesos.

 

Suelo venir a estos lugares donde se reúnen mis enemigos

Tantas veces, con tantos miles.

Donde absolutamente a nadie le importa quién soy

Pero la paranoia que tengo

(O mi propio ego)

Me hace creer que todos conspiran en mi contra.

Y quien iba a querer una vida, así como yo

Y quien iba a querer una vida, así como yo

Me imagino como aquel hombre del palo grande como bastón

Sentado a la orilla de una vieja escalera

Muerde algo entre dientes, que sobresale en sus labios

Como una varita, una rama, o un silbido.

Su mirada descompuesta y mi mirada de odio

El manojo de canas, que hacen juego con los tirantes de su playera

De desgajo en el pecho, como cicatrices en el aliento

Todos creen que la vida nunca es fácil,

 y cada día es más oscuro echar un vistazo al espejo.

¿Quién podría querer una vida ermitaña así o conmigo?

Donde la ausencia de palabras rima como una ola salada de mar.


Son estas pocas letras


 

Son estas pocas letras de mi escarcela lo que yo tengo

Y las pongo todas en una apuesta

Ya que no creo para nada en el azar y aun así me mantengo

A penas sostenido por mi lábil y cruel respuesta.

Cada día me cuesta tanto, me duele tanto,

Ya casi no puedo caminar, y tú que no logras comprender

Que no se puede vivir siempre en un llanto

Y dejar la cabeza en alto contra un atardecer,

que demuestra en el solsticio todas mis heridas ocultas

y de guerras juveniles las cicatrices expuestas

de las cuales muchas llevan arrepentimiento

y otras tantas un delicado aire de desencanto.

Que canta historias sobre cómo fueron obtenidas.

Te has olvidado ya de mi métrica inexacta

De mis sonetos con rimas perdidas

Y de mi orgullosa poesía que nunca se retracta.

Una vez bailaste conmigo, al menos una

Y tú, tú a quien no puedo decirle un gramo de esto

Cuando otras vez tú, marcaste sobre mi espalda una runa

Con lo suave de tú dedo, ¡y decirlo así! es de mi parte muy modesto.

 

 

 


sábado, 5 de octubre de 2024

Muerte que apenas y siento

 


 

Se evapora mi saliva,

en el desierto de tu abandono.

Mientras el ultimo soplo de tu aliento

recorre mi cuerpo.

Y tu recuerdo vuela

escapando de este martirio.

Es el olvido del aroma de tus pechos

Y el despido del anochecer en tus ojos

Es la muerte que apenas y siento.

Odiándote un día

 

Y simplemente un día desperté odiándote sin motivo

¡Pero si había motivos!

Yo no soy de las personas que odian

Aunque por algún motivo me encontraba

Muy enojado contigo

Entonces me di cuenta que no era enojo ni molestia

Era una simple desilusión de tú persona.