Y quien iba a
querer una vida, así como yo
Me imagino como
aquel hombre del palo grande como bastón
Sentado a la
orilla de una vieja escalera
Muerde algo
entre dientes, que sobresale en sus labios
Como una varita,
una rama, o un silbido.
Su mirada
descompuesta y mi mirada de odio
El manojo de canas,
que hacen juego con los tirantes de su playera
De desgajo en
el pecho, como cicatrices en el aliento
Todos creen
que la vida nunca es fácil,
y cada día es más oscuro echar un vistazo al
espejo.
¿Quién podría
querer una vida ermitaña así o conmigo?
Donde la
ausencia de palabras rima como una ola salada de mar.
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