jueves, 7 de octubre de 2010

Puedes no quererme

Puedes intentar no verme
Puedes evitar oírme
Puedes negarte a probarme
Puedes impedir olerme
Puedes no sentirme
Pero no podrás evitar leerme.

1 comentario:

Elisa dijo...

Sí, poeta. Eso pasa ahora contigo. Me obligo a olvidarte, aunque no puedo dejar de leerte.